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lunes, 28 de febrero de 2011

Y aprende a sonreir aunque quieras llorar.











Al principio ella paso una página y miró a ver que escondía la siguiente. En ella estaba él escribiendo chistes sin gracia que la hacían reír. Se tomaron una café después una cerveza,
y en el séptimo chupito de la décima calada de la noche se vieron como lo que realmente eran :

Una página en blanco por escribir a medias.

1 comentario:

Ann. dijo...

oh! Qué fotos!:) Me encantan y vuestro blog! Yo también os sigo;)