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martes, 1 de noviembre de 2011

No te alejes, te necesito







 Hola, ¿Qué tal?
Madre mía, me siento ridícula. Bueno, no se por donde empezar. Desde que te fuiste casi todo ha cambiado. No para mal, pero tampoco para bien, simplemente todo es distinto. Estoy tan perdida, Ahora me acuesto tardísimo todos los días y además madrugo, no duermo más de cinco horas seguidas, soy incapaz. Te comunico que he vuelto a escribir, reconozco que lo echaba de menos, es algo que me permite huir de todo. Ya no cocino nunca, ni hago esos postres tan ricos que nos encantaban, me recuerdan demasiado a ti. Tampoco bailo, sigue siendo una de mis pasiones y de mis escapatorias, pero desde que no estas a mi lado no le encuentro sentido. Te hecho tando de menos. He empezado a tomar café (sabes que lo odiaba) pero me permite mantenerme despierta y poder disfrutar de todas esas películas que hemos visto juntos. El otro día me encontré a Marina, va a ser mama, ¿no es increíble?, como cambian las cosas. Desde que te fuiste ya no nos reunimos nunca. Hace poco hable con Pelayo, esta en Paris cumpliendo su sueño. Yo ya no tengo sueños, o bueno, quizá si, pero no tengo ni ganas ni fuerzas para intentar alcanzarlos. Ahora lloro casi todos los días, ¿recuerdas que antes nunca lloraba? Ya sabes que odio el silencio, y sin embargo ahora mi vida esta repleta de eso, silencio. Incluso he dejado de comprar mis revistas, aquellas que no podían faltar en mi mesita, y tampoco leo esos libros que tanto me gustan, es triste perder costumbres que forman parte de tu personalidad. He vuelto a fumar, se que no te gusta que lo haga pero me ayuda a calmar los nervios. Tambien he vaciado el armario, si, como lo oyes, y no me he ahogado entre tanta ropa como siempre decías que iba a pasarme… El problema es que he encontrado toda tu ropa, como era de esperar, y no se que voy a hacer con ella. De momento la he guardado en cajas, ya veré que haré. He encontrado también la gorra de beisbol que te regalo tu padre, esta muy vieja pero me da pena tirarla, se que le tenias mucho cariño. Cada vez que suena el teléfono rezo por que seas tu y escuchar tu voz, pero siempre me llevo un gran chasco. Las chicas están preocupadas, no dejan de llamarme para que salga de fiesta o a tomar un café, pero yo no tengo ninguna gana. Quizás deba irme, alejarme de tantos recuerdos, o quizás no, no lo sé. Estoy cansada ya. Cansada de no tener fuerzas, de no tener ganas de reír como lo hacia antes. Siempre decías que lo que te había enamorado de mi es que sonreía a todas horas, aunque no hubiese motivo o aunque estuviese mal, siempre dedicaba una sonrisa al mundo. Como echo de menos el despertarme por la noche y tenerte a mi lado. Odio llegar a casa y no encontrarte allí o estar viendo la tele en el sofá y saber que no entraras por la puerta diciendo: - Hola cariño, ¿Cómo te ha ido el día? Por cierto, se me olvidaba, si me he quedado con algo tuyo, tu sudadera de la universidad, sabes que me encanta, me la pongo para dormir así parece que estas abrazándome. No quiero que sientas pena por mi, sabes que saldré adelante, soy una chica fuerte, pero quiero que sepas que pase el tiempo que pase, y pase lo que pase, siempre, recuerda esto, siempre te llevare en mi corazón.


Te quiero.



Buenaaaas, que tal os va todo? :) Nosotras estamos hasta arriba de exámenes (segundo de bachiller es mucho mas duro de lo que pensaba vv). De todos modos este puente espero que os halla servido para desconectar, aunque yo me lo he pasado mala, acompañada de una bronquitis :S


El texto lo escribí hace un rato, que me vino la inspiración, haber que os parece :)


Paula.

1 comentario:

Belén Casanova dijo...

El texto es precioso aunque muy muy triste :(
Besitos

http://www.thinkingaboutclothes.blogspot.com/